Los pescadores de Salamansa, un pueblo pesquero situado al norte de la isla caboverdiana de Sao Vicente, construyen sus barcas cerca de sus casas, al borde de una hermosa playa donde soplan fuertes vientos que atraen a los kite- surfers.
Para salir a faenar trasladan sus barcos por carretera buscando las aguas calmadas de la Baía das Gatas, al noreste de la isla. La tranquila bahía de arenas blancas y aguas turquesas es el escenario en el que transcurre su día a día.
Esta tranquila bahía se transforma a mediados de agosto cuando la música caboverdiana la invade su arena durante el Festival de Baía das Gatas, uno de los más veteranos e importantes del país.
Pero el resto del año su calma solo se rompe con la llegada de los pescadores.
Las barcas de vibrantes colores se distiguen a lo lejos, desde la orilla, donde mujeres esperan la llegada de los pescadores para hacer su compra.
Las velas, hechas de retales de sacos de azúcar que han de remendar cada día, se hinchan con el viento y les ayudan a llegar a la orilla, donde les esperan otros hombres para ayudarlos a sacar los barcos hasta la arena y descargar la captura del día.
Acaba un día de duro trabajo. Mañana será un nuevo día y volverán a salir a la mar, en Baía das Gatas.
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Montxo Alvarez says:
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