Pasai Donibane, tradición marinera en Gipuzkoa

A tan solo cinco kilómetros de Donostia San Sebastián se encuentra Pasai Donibane, uno de esos rincones con encanto de la costa vasca que puedes visitar si vas a estás más de un par de días por la ciudad y quieres seguir descubriendo la belleza de su entorno.

Pasaje de San Juan
Pasai Donibane. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Pueblo con tradición marinera

Pasai Donibane (también conocido como Pasaje de San Juan), es una de las cuatro localidades que pertenecen a Pasaia, un municipio formado por cuatro barrios históricamente vinculados a San Sebastián y a Hondarribia, que se independizaron en 1770, y en el que podemos sumergirnos en la esencia marinera del País Vasco.

Un agradable rincón con historia, del que el escritor Víctor Hugo quedó prendado, que cuenta con una larga tradición marinera.

En las aguas que separan la orilla de Pasai Donibane de Pasai de San Pedro, distrito con el que mantienen una relación de sana rivalidad que dirimen en las regatas de traineras, transitan barcos pesqueros y un pequeño barco verde, La Motora, que une las dos orillas.

Vamos a conocerlo.

Camino de Santiago del Norte

Si te apetece llegar a pie, puedes salir desde el barrio donostiarra de Gros, al final de la playa de Zurriola (ruta larga), o desde el aparcamiento del Monte Ulia (camino corto). Disfrutarás de un tranquilo paseo por el monte que te llevará hasta el Faro de la Plata en un recorrido, apto para todos los públicos, de entre hora y media y dos horas y media, según la opción elegida. Este trayecto forma parte del Camino de Santiago del Norte, por lo que puede que te cruces con algunos peregrinos, de hecho en Pasai Donibane hay un albergue para ellos.

Vista desde Ulia
Vista de Donostia- San Sebastián desde Ulía. Foto: © Donostia San Sebastián Turismoa

Las vistas son uno de los grandes alicientes de esta ruta. A su inicio podrás contemplar Donostia San Sebastián y su hermosa bahía.

Costa a Pasaje
Costa camino a Pasajes. Foto: © Donostia San Sebastián Turismoa

El paseo a pie nos permitirá disfrutar de las mejores panorámicas de la costa guipuzcoana con sus abruptos acantilados y su espesa vegetación, que llega casi al mar.  Por el camino nos encontraremos con las ruinas de un antiguo acueducto que abastecía a la ciudad de San Sebastián. Un recorrido en el disfrutaremos de tranquilidad y paz.

Pasaje de San Juan
Sendero al Faro de La Plata. Foto: Oarsoaldea Turismoa

El hermoso Faro de la Plata guiará nuestro camino. Este curioso faro recibe este nombre por el color que adquieren los acantilados de arenisca de esta costa al mojarse por el mar.

Es uno de los más bonitos de la costa vasca, y está incluido en las listas de los faros más bonitos de España. Construido en 1855, su diseño tomó como referencia los castillos medievales, y ha servido de inspiración para escritores como Ibon Martín.

Pasajes de San Juan
Faro de La Plata. Foto: Oarsoaldea Turismoa

El faro de la Plata avisa a los navíos de la proximidad de la costa y de la entrada, estrecha y peligrosa, a la bahía de Pasajes.

Pasai de San Pedro

Hemos llegado a la primera etapa de nuestro recorrido. Desde Pasai de San Pedro podremos disfrutar de la vista panorámica que nos regala en la otra orilla Pasai Donibane, con sus coloridas casas de pescadores sobre un fondo de verde intenso.

Pasai de San Pedro rezuma también ambiente marinero, con la flota pesquera atracada en sus muelles. En esta ribera se encuentra Albaola, la factoría marítima vasca. Un espacio innovador donde se recupera y pone en valor la tecnología marítima artesanal. En sus instalaciones se está construyendo, a imagen y semejanza de la original, la nao San Juan, bajo el patrocinio de la Unesco. Visitar la factoría nos dará la oportunidad de ser testigos de la reconstrucción de un barco ballenero, como aquellos que partían desde la costa vasca hasta Terranova en el siglo XVI. Esto ha sido posible gracias a la recuperación de su pecio, que se encontraba en un excelente estado, y a la labor de investigación que se ha realizado durante décadas para estudiar los procesos de construcción.

Astillero
Albaola Factoría Marítima Vasca. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Después de este viaje al pasado, podemos regresar al presente embarcándonos en el MATER, la última gran bonitera vasca de madera que se ha convertido en un barco museo ecoactivo. Puedes realizar dos tipos de visita: la pesquera, para conocer el día a día de la vida en un barco pesquero y aprender sobre sostenibilidad en las artes de pesca tradicionales, y la visita ecoactiva. En esta visita conoceremos la labor actual del MATER y la importancia que tiene en la conservación y el cuidado del medio marino.

MATER Barco Museo Ecoactivo. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Ya estamos listos para cruzar a la otra orilla en La Motora, la característica lancha verde que une ambas localidades. Probablemente tardaremos más en la cola que en la travesía, pero vale mucho la pena llegar a Pasai Donibane desde el mar. El trayecto dura tan solo unos minutos y cuesta 90 céntimos.

La motora. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Pasai Donibane, un pequeño edén resplandeciente

El escritor Víctor Hugo quedó fascinado por esta pequeña localidad cuando un día llegó aquí por casualidad.

“Un pequeño edén resplandeciente, adonde llegué por azar y sin saber dónde estaba”

Pasai Donibane
Pasai Donibane. Foto: Oarsoaldea Turismoa

En una de sus casas aún se recuerda los días que pasó el autor de Los Miserables por estas tierras. Podemos llegar a ella caminando por la única calle que lo recorre de principio a fin: Donibane Kalea. Pasearemos rodeados por casas señoriales y palacios con fachadas blasonadas de piedra ocre, erosionada por el paso del tiempo, la sal y la brisa marina. Atravesaremos cuatro arcos de piedra antes de llegar a la Plaza de Santiago, corazón del pueblo. Una plaza rodeada de mar, vegetación y coloridas casas altas y estrechas, que reflejan la arquitectura tradicional marinera vasca.

Pasai Donibane. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Si seguimos por la Donibane Kalea desembocaremos en el Paseo de Bonanza. Desde aquí, en los meses de verano, se lanzar los niños y jóvenes al mar haciendo piruetas, para deleite de los paseantes.

Pasai Donibane desde Pasai de San Pedro. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Durante nuestro paseo no estaremos solos. Nos estará acompañando un trasiego de embarcaciones, que parten hacia alta mar o regresan a puerto después de faenar. Y los energéticos gritos de los capitanes de los equipos de traineras, que se prepararan para las regatas en estas aguas.

Podemos seguir caminando hacia Las Puntas y hacer una parada en el merendero Alabortza, que abre en los meses de buen tiempo, para disfrutar de unos pintxos y del imprescindible atardecer. Muy cerca de allí, encontrarás una cala de piedras ocres. Más allá, el camino que lleva hasta la baliza se estrecha y se torna más peligroso, así que mejor evitarlo o recorrerlo a pleno día con precaución.

Pasai Donibane.
Pasai Donibane. Foto: Oarsoaldea Turismoa

Es hora de volver hacia el centro del pueblo para seguir disfrutando de la gastronomía local en uno de sus restaurantes. Para volver a Donostia- San Sebastián puedes sobre tus pasos tomando La Motora, coger un taxi o volver en guagua. Te parecerá que has dado un largo viaje habiendo estado a tan solo cinco kilómetros de la ciudad.

Agradecimientos a Donostia San Sebastián Turismoa y Oarsoaldea Turismoa

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